Apologética: Presuposicionalismo y Evidencialismo

Los dos acercamientos básicos de la Apologética:

En la Apologética cristiana existen dos conocidos acercamientos y hoy vamos a hablar de ellos, debido a que por las redes sociales se están conociendo más en mi ciudad, y lamentablemente como en todo tema empiezan a crearse “partidos” y grupos que más causan división que debate sano o comunión de ideas.

Estas posturas son el Presuposicionalismo y el Evidencialismo.Vamos a empezar con el Evidencialismo.

Evidencialismo:

Esta postura de apologética, afirma que se puede demostrar la existencia de Dios a través de evidencias racionales. También llamado, “Apologética Clásica”, porque muchas de las evidencias que se presentan fueron desarrolladas durante épocas pasadas.

Este acercamiento tiene una presuposición y es que asume que la capacidad del razonamiento humano no ha sido tan dañada por la caída para imposibilitarle al hombre para deducir la existencia de Dios. Sin esta suposición, todas las formas del Evidencialismo llegarían a ser sin valor.

Este punto debemos entenderlo desde el punto de vista bíblico que presenta al hombre caído e incapaz de cualquier bien espiritual que contribuya a su salvación, con una actitud contraria a desearla realmente en rendición a su Creador pero que la facultad humana para razonar correctamente no se perdió por la caída; solamente la esclavizó al pecado.

Así el hombre muy bien puede razonar desde la naturaleza de la creación a la existencia de Dios, pero a causa de su predisposición al pecado, el hombre rehúsa seguir sus premisas a la conclusión lógica de que Dios existe o en caso fuese convencido a arrepentirse. El problema, pues, no está con la razón caída del hombre, sino también con su voluntad rebelde.

La mayoría de los evidencialistas – es bueno dejar en claro – no afirman, que el hombre puede venir a Dios por el poder solo de la razón. Solo que existe la evidencia suficiente para demostrar la existencia de Dios de manera que el hombre queda sin excusa de su rebelión (Romanos 1.18.32). Para el apologeta evidencialista, como para todo cristiano, la condenación del hombre viene de su rebeldía, y de su conocimiento, no de su ignorancia.

Presuposicionalismo:

Este acercamiento a la apologética, sostiene que la existencia de Dios es indeterminable por pruebas racionales, y debe ser aceptada por la fe como una presuposición a priori. Es solamente después de aceptar la existencia de Dios por la fe, que el creyente experimenta evidencias de la existencia de Dios.

Las presuposiciones son simplemente creencias que todo el mundo tiene y que afectan la forma en que ellos piensan, en cómo ven al mundo, en cómo interpretan las evidencias, y cómo leen la Biblia.

El apologeta presuspocionalista también tiene una de las mismas presuposiciones que el evidencialista y es que también asume que la capacidad del razonamiento humano no ha sido tan dañada por la caída para imposibilitarle al hombre para deducir la existencia de Dios, solo que entiende que aunque esto es verdad no debemos partir de la razón autónoma para determinar nuestros argumentos si no que es la realidad de que Dios existe y su Palabra es su voz misma y sus pensamientos para nosotros,  la base de razón, conocimiento, fe, y acción, por tanto la base de todo argumento  (2 Timoteo 3:16; Salmo 18:30; Proverbios 30:5), así a esta la usaremos como nuestro axioma.

Un axioma (frecuentemente usado en lógica) es una proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración; su verdad es asumida. La Biblia toma esta postura, asumiendo la verdad de la existencia de Dios y que no es necesario ser probada (Génesis; Éxodo 3:14; Apocalipsis 1:8).

En la vida cotidiana y en este mundo debemos aceptar la realidad que la batalla no es sobre solo evidencias, sino que la batalla es sobre puntos de vistas filosóficos: presuposiciones. Por tanto las evidencias son válidas para los cristianos en su apologética ( revelación natural) solo si van sujetas y parten del axioma que Dios existe y la Biblia es la Palabra de Dios, porque la misma biblia lo dice (argumento circular valido, porque Dios es un estándar final) y de esta parten nuestra razón, fe y modos de vivir( revelación especial) .

Como cristianos, no podríamos nunca ocultar nuestro axioma—la Biblia—cuando discutimos la verdad con otros, es nuestra espada y no podríamos abandonarla ni un segundo, sería como si un soldado fuera a la batalla desprovisto de su equipo o desprovisto de alguna arma.

El Apóstol Pablo argumentó la responsabilidad del hombre desde la evidencia inherente en la creación que muestra la existencia de Dios y Su naturaleza y como el incrédulo la niega o se inventa otros dioses (Ro.1:18-22), pero todo esto parte de una mente cautiva de las Escrituras del antiguo Testamento del libro de Genesis y de la Creacion conforme la Biblia.

Los profetas y los apóstoles nunca trataron de probar la existencia de Dios. Ellos, comenzaron presuposniendo bien la existencia de Dios, y siempre razonaron claro pero  desde las Escrituras (Hechos 17:2, 17; 18:4, 19). Todo nuestro conocimiento ha de ser una reconstrucción receptiva de los pensamientos primarios de Dios; Dios es el origen de toda verdad, así que su Palabra, las Escrituras son  estándar base y final de la verdad para el hombre aun si vamos a usar evidencia usando la relevación general, natural para demostrarle al incrédulo que está negando a Dios, para luego ganar su alma evangelizándolo.

Por tanto, el presuposicionalismo no niega el uso de la razón y la mente, autónoma pero sí que esa autonomía en el caso de un nacido de nuevo debe ser esclava de la Palabra de Dios y tenerla como base epistemológica.

Usando la Palabra de Dios, nosotros en realidad estamos trayendo a los incrédulos en contra de Dios a aceptar la verdad que niegan , que es su existencia y su verdad revelada en esta Palabra, y no hacia nuestros propios pensamientos falibles.

Juan Calvino el más grande teólogo que ha dado la Iglesia y uno de los  gigantes en cuyos hombres se sienta la teología contemporánea en su desarrollo, a pesar que le era valido el presentar evidencias de revelación natural para convencer al incrédulo de su negación del Dios verdadero,  reconoció esta perspectiva Cristiana presuposicionalista (aunque en este tiempo no había estas etiquetas o controversias)  y la hizo fundacional para la elaboración de su libro “Institución a la Religión Cristiana”:

“Casi toda la sabiduría que poseemos, es decir, la verdadera y sana sabiduría, consiste de dos partes: el conocimiento de Dios y de nosotros mismos. Pero, en tanto que unida por muchas coyunturas, cuál precede y cuál trae a la otra no es fácil de discernir. En primer lugar, nadie puede mirar a sí mismo sin inmediatamente volver sus pensamientos hacia la contemplación de Dios, en quien vive y se mueve… Otra vez, es cierto que el hombre nunca alcanza un claro conocimiento de sí mismo a menos que primero haya visto el rostro de Dios, y luego desciende de contemplarle a Él al escrutinio de sí mismo 1

Con razón el antiguo proverbio fuertemente recomendaba el conocimiento de sí al hombre. Pues es considerado desdichado para nosotros el no saber todas las cosas que pertenecen a los asuntos de la vida humana… Pero, puesto que este precepto es tan valioso, debiésemos más diligentemente evitar aplicarlo perversamente. Esto, observamos, le ha ocurrido a ciertos filósofos, quienes, mientas urgen al hombre a conocerse a sí mismo proponen la meta de conocer su propia valía y excelencia… Pero el conocimiento de nosotros mismos yace primero en considera lo que se nos ha dado en la Creación y cómo generosamente Dios continúa mostrando su favor hacia nosotros… tener en mente que no hay nada en nosotros producido por nosotros mismos, sino que nos asimos a todo lo que Dios nos ha brindado. Por tanto, estamos siempre dependientes de Él… Es menester que reconozcamos que hemos sido dotados de razón y entendimiento para que, por medi o de llevar una vida santa y recta, podamos continuar hacia la meta señalada de una inmortalidad bendecida 2

Calvino tuvo la preposición de la Palabra de Dios, tanto en “El Conocimiento del Dios y Creador” como también en “El Conocimiento de Dios el Redentor”. Para conocer cualquier cosa sobre temas de la vida humana, creación, ciencia, ya sea en lo tocante a la creación o a la salvación, uno debe rechazar la autonomía de la mente sin nuevo nacimiento y sus argumentos y traerlos cautivos a la Palabra de Dios, someterse a la verdad de Dios y admitir una abierta confianza en Él para el origen, dirección y capacitación de nuestro uso de la razón.

En pocas palabras, Cristo debe tener la preeminencia (Col. 1:18) aún en lo relacionado al pensamiento. Con una perspectiva como esta Juan Calvino fue usado por Dios para ser parte de la más significativa y prospera reforma de la Iglesia Occidental y de la cultura que la historia moderna haya podido dar testimonio.

No es sorprendente que el principio bíblico de presuponer la palabra y la autoridad de Cristo en el mundo del pensamiento y hacerlo fundacional para todo conocimiento, porque la misma Biblia así lo afirma, les suene a muchos como “circular” “dogmático” o “absolutista”.

Vivimos en una cultura que por tanto tiempo nos ha saturado con los reclamos de la autonomía intelectual y la demanda por neutralidad en el área de la erudición que esta perspectiva no cristiana ha sido implantada en muchos sectores de la Iglesia y debemos reconsiderar esto.

Debemos ser sinceros, con el no cristiano no puede , ni debe haber “neutralidad” eso es un mito, porque el no creyente no entiende la vida con los ojos de un nacido de nuevo, por eso por más que podamos empezar por la evidencia y esta sea justa y cierta el no creyente no puede ver a Dios en esta evidencia, y presuponer entonces el uso dogmático de la Palabra de Dios para cualquier debate de razón y ciencia les va parecer dogmático y absolutista, porque simplemente es verdad, es dogmático y absolutista. El Cristiano no debiese avergonzarse de esto, más bien estamos orgullosos de la Palabra de nuestro Dios, que es objetiva y absoluta y no hay pero que valga luego.

Conclusión:

Ambas posturas tienen sus defensores y sus críticos, pero como verán en mi forma de analizarlas aunque evidentemente soy presuposicionalista no dudo que la postura evidencialista ha traído grandes defensas de la fe en la historia y que es valido el uso de las evidencias, siempre que partamos de la presuposición bíblica , que nuestra razón parta de Dios y su Palabra, y que luego esta revelación especial, sea la que guie nuestra mente autónoma a demostrarle al incrédulo con evidencias que la Biblia es cierta, Dios existe y el no es que no crea, si no que está negando a Dios.

Dios bendiga a los postulantes de ambas escuelas y nos ayude siempre a hallar un consenso.

Citas:

 

1.Institución a la Religión Cristiana libro I, Cap. I.1

2.Institución a la Religión Cristiana Libro II, Cap. I.

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